Un año más, Fundación Cajasol ofrece a la sociedad un
balance de sus actividades a lo largo del pasado ejercicio
el de 2018. En efecto, en las páginas que siguen, y también
en formato web como novedad en esta edición, el lector
interesado encontrará una pormenorizada Memoria del
trabajo de nuestra Fundación.
Nos obliga a ello nuestro compromiso de transparencia: es
importante que se sepa lo que hacemos, cómo lo hacemos
y por qué lo hacemos, para que el conjunto de la sociedad
entienda el alcance y naturaleza de nuestra vocación de
servicio.
Y también lo hacemos para contar con una perspectiva
amplia sobre nuestro trabajo, básicamente para mejorarlo,
que es siempre nuestro afán diario.
Por esa autoexigencia permanente y esas ganas de hacer las
cosas cada día mejor, no quiero dejar pasar la oportunidad
de expresar mi agradecimiento, en primer lugar, a todo
el personal de la Fundación, un reducido pero entusiasta
equipo de trabajo que hace posible nuestra misión.
También, cómo no, a cuantas organizaciones de distinta
naturaleza –desde Administraciones públicas a agentes
sociales, desde otras entidades del tercer sector a
asociaciones culturales, deportivas, profesionales, cofradías,
etc.— colaboran con nosotros y multiplican el impacto de
nuestras actuaciones.
Este esfuerzo conjunto es el que permite que las actividades
de nuestra Fundación se extiendan por todas las provincias
de Andalucía en los diferentes ámbitos de actuación:
la acción social, la cultura, el emprendimiento y la
formación.
Sobre todos estos ejes, incluye esta Memoria 2018 cumplida
información, en un ejercicio de rendición de cuentas que
nos parece saludable y que resulta, a la vez, un estímulo
para continuar avanzando en nuestros objetivos: facilitar
el acceso a la cultura y nuestras tradiciones, respaldar
el emprendimiento y la formación y, sin duda, apoyar
activamente a los sectores más vulnerables de la población,
como la infancia, la tercera edad o quienes se encuentran en
peligro de excusión social.
A menudo, en una misma iniciativa se aúnan varios de estos
propósitos.
Como ejemplo, nuestro Club de Directivos que acoge el
Instituto de Estudios es un espacio de diálogo y de encuentro
–como lo son los numerosos desayunos organizados
junto a medios de comunicación, al que asisten como
conferenciantes las principales personalidades públicas—
pero también supone un importante impulso a la vocación
formativa de nuestra Escuela de Negocios, cuyo plantel
docente está, sin ninguna duda, entre los más prestigiosos
de España.
Por no hablar de las actividades de Fundación Cajasol
vinculadas a nuestras tradiciones –desde la Semana Santa
a los Carnavales— en las que se entremezclan nuestras
raíces y creencias con la actividad económica, puesto que
son diversos los sectores como el turismo o la artesanía que
encuentran en ellas un vehículo para crear riqueza y empleo.
No me extiendo más. Son miles de personas las que
seguramente se verán representadas en algunas de las
muchas actividades reflejadas en las siguientes páginas. Para
ellas y para el conjunto de la sociedad a la que nos debemos,
trabajamos todos los días del año en Fundación Cajasol.